La nulidad de la licitación en la Unidad Ejecutora Lima Sur revela un oscuro entramado de aparente corrupción y favoritismos que perjudican al pueblo cañetano
La reciente decisión del Tribunal del Organismo Supervisor de las Contrataciones del Estado (OSCE) ha dejado al descubierto la grave situación de las licitaciones en la Unidad Ejecutora de Lima Sur. La nulidad del proceso que favorecía al consorcio ancashino por S/ 7,6 millones es un escándalo que pone en entredicho la ética y la transparencia en la gestión pública. El Jefe de Lima Sur, Caleb Ramos Llerena, está en el ojo del huracán, y las acusaciones de arreglo ilícito por parte de su comité son alarmantes.
Las bases mal elaboradas y la calificación arbitraria de ofertas no son simples errores, sino indicios de un sistema viciado que prioriza intereses personales sobre el bienestar del pueblo de Imperial. Los que se creían expertos han demostrado ser meros mediocres en la administración pública.
Esta situación no solo frena el progreso de las obras esenciales, sino que también pone en riesgo los recursos del Estado. Las instituciones como la Procuraduría y la Fiscalía deben actuar con firmeza frente a esta corrupción evidente que se manifiesta en las entrañas de Lima Sur.