La falta de gestión y limpieza se ha convertido en una crisis ambiental que afecta la salud y calidad de vida en San Vicente
Las calles y avenidas de San Vicente de Cañete se han convertido en un vertedero a cielo abierto, dejando a los habitantes devastados y frustrados ante la ineficacia del gobierno local liderado por Tony Alcántara.
Los residuos se acumulan en intersecciones, mientras los vecinos claman por atención y acción inmediata. «Es una vergüenza vivir así. Siento que nuestro alcalde debería renunciar», expresó un residente indignado, quien con sarcasmo lo ha apodado «Tony el Sucio».
La situación se ha vuelto insostenible y alarmante; Cañete enfrenta uno de los problemas ambientales más graves de la región. El derroche de basura no solo afecta la estética del lugar, sino también la salud pública y el bienestar de sus ciudadanos. Con el creciente aumento de la población y el consumo, el manejo de residuos es un desafío que requiere liderazgo y una gestión eficiente que, hasta el momento, brilla por su ausencia.
Los ciudadanos no solo critican la falta de acción de la municipalidad, sino también el silencio cómplice del Ministerio Público frente a la creciente contaminación ambiental. La impotencia y el desamparo se apoderan de San Vicente, donde la basura se acumula sin que nadie tome cartas en el asunto.